La princesa de Bélgica a la que el rey quiso ocultar, pero ella luchó por su corona
Contrario a lo que muchos pueden creer, las historias de amor dentro de la realeza europea no son un cuento de hadas (puedes conocer más detalles en esta serie de VIX cine y tv gratis)
Por el contrario, muchas de ellas enfrentan obstáculos y escándalos dignos de una película o serie.
Este tipo de historias se extienden más allá de la monarquía británica (recordemos al príncipe Carlos y su actual esposa, Camilla, o a su hijo Harry y Meghan Markle).
En Bélgica hay una princesa que tuvo que pelear por años su derecho a ser reconocida como tal, pues nació de una relación extramarital del rey Alberto II. Se trata de Delphine de Sajonia-Coburgo (antes Boël).
Esta mujer nació el 22 de febrero de 1968. Es hija de la aristócrata Sybille de Selys Longchamps y el rey Alberto II de Bélgica, quien gobernó dicho país de 1993 a 2013 y después le dejó el trono a su hijo Felipe.
Sin embargo, durante muchos años ella creyó que su padre era el esposo de su madre en ese entonces y de quien recibió su apellido, Jacques Boël.
No fue sino hasta finales de los 90 que se dio a conocer que el monarca había tenido una relación de años con Sybille. Esto fue gracias a una biografía no autorizada que el periodista Mario Danneels, de apenas 16 años en ese entonces, publicó con motivo de los 60 años de la reina Paola.
Aunque se reveló el escándalo, el monarca evitó a toda costa aceptar que tenía una hija ilegítima y que había mantenido una relación fuera de su matrimonio. En los siguientes años, solo la sombra de la polémica lo rodeó.
No fue sino hasta el 2013 que Delphine Boël decidió pelear por lo que le correspondía: ser reconocida como hija de Alberto II y obtener los títulos que, por derecho, merecía.
Emprendió una batalla legal para ello, pero no iba a ser algo sencillo. El proceso duró 7 años y hasta el 2020 la artista visual recibió lo que se le había negado desde su nacimiento.
Durante varios años, Alberto II negó tener algún parentesco con Delphine, pero en el 2019 la justicia belga le ordenó hacerse una prueba de ADN o le cobrarían una multa de 5 mil euros por cada día que se rehusara a realizarla.
En enero del 2020 llegaron los resultados con una conclusión clara: ellos son padre e hija biológicos. En octubre de ese mismo año, en medio de la pandemia, las cortes belgas determinaron que Delphine podía usar el apellido de su familia, Sajonia-Coburgo, y recibir los títulos de princesa y su Alteza Real. Sus dos hijos, Josephine y Oscar, también serán princesa y príncipe.
Delphine hizo su primera aparición pública como royal oficial en julio del 2021, con motivo de la fiesta nacional de Bélgica, en la que estuvo acompañada de su esposo.
También ha tenido la oportunidad de conocer mejor a su familia: asistió a una reunión con Felipe, su medio hermano y rey de Bélgica, así como con su propio padre y la reina Paola, según se dio a conocer en el perfil de Facebook de la familia real belga.
¿Conocías la historia de Delphine Boël? Cuéntanos en los comentarios qué opinas al respecto.
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