4 hábitos de las familias felices
La felicidad, como sabe todo el que ha vivido, no es algo que pueda encontrarse fácilmente, especialmente cuando hablamos de la convivencia familiar, espacio de mucha complejidad. Sin embargo, existen maneras de lograr ser lo más saludables posibles en ese entorno si ponemos de nuestra parte. He aquí 4 hábitos de las familias felices que seguramente encontrarás muy útiles.
Hábitos para ser una familia feliz
Dar las gracias
Dar las gracias por la ayuda que recibimos es muy importante para nuestro bienestar emocional. Las personas agradecidas son más alegres, más optimistas, más seguras de sí mismas. Los hogares donde sus agradecen las buenas acciones de los demás y las cosas buenas de la vida muestran mejores niveles de comunicación y satisfacción.
Di "Gracias" a tus hijos y ellos lo harán también, no solo contigo, sino con el resto de las personas. Además enséñales a estar contentos con los eventos positivos del universo, a sentir que vale la pena estar vivos y que hay que hacer mucho por nuestro mundo.
Encontrar satisfacción en las elecciones
Todo padre debe saber encontrar satisfacción en las elecciones que ha tomado. No importa hacia dónde nos lleve ese camino, ha sido el nuestro, el que elegimos. Lo mejor para nuestros hijos es lo que podamos darles y no lo que otros les den a los suyos. Aprende a ver el valor de tus propias decisiones.
Hay personas que intentando hacer la mejor elección terminan por no hacer nada o dañar a los hijos. Deja las comparaciones, trata de estar satisfecho con lo que tienes, con tu familia, con las opciones que has elegido para tu vida, y enséñales a tus niños esta manera de ser.
Tener pensamiento positivo
Es cierto que no siempre la vida es color de rosas, de hecho, la minoría de las veces. Pero las familias que tienen un pensamiento positivo suelen ser más alegres y optimistas, funcionando mejor. Centra tu menta en las cosas buenas y no en lo negativo. En cada suceso, malo o bueno, puedes hallar aristas positivas que te permitan salir hacia adelante.
Subraya siempre lo bueno en la interacción familiar. Si alguien falla, es correcto decirlo, pero también señalar aquello que es valioso. Quizás el hijo tuvo una conducta indisciplinada en la salida, pero igual al final reconoció su error y trató de enmendarlo. Es más útil hacer hincapié en el lado positivo y tener esperanzas en que las cosas saldrán mejor la próxima vez.
Centrarse en el círculo
Los problemas económicos mundiales y la realidad que se vive nos indica una verdad muy importante: la única felicidad posible está en centrarse en el círculo que nos rodea, en la familia, los amigos, las personas queridas.
Es vital que enriquezcamos las relaciones personales y familiares. Eso es quizás un 90% de la felicidad que podamos lograr. Los niños nos muestran esta verdad constantemente en su manera desinteresada y afectiva de relacionarse con los demás. Una familia que le dé mucha importancia al amor y las interacciones humanas entre sus garantiza mayor bienestar y una vida más placentera.
La felicidad es ciertamente una utopía, pero podemos acercarnos si desarrollamos en casa hábitos sanos que conlleven agradecimiento, afecto y buena comunicación, y donde los valores esenciales se preserven por encima de todo. Ese es quizás el único camino verdadero para una familia feliz.