El trágico caso del bebé que murió al caer de tres pisos por un descuido de sus padres
La vida del bebé Isaías Pacheco se apagó muy pronto. Faltaban unos días para que cumpliera un año. La Policía asegura que el menor recargó su cuerpo sobre la malla de la ventana del apartamento que alquila su familia, en un tercer piso, y cayó al vacío. Su muerte ha sido considerada un accidente.
“El protector (de la ventana) se supone que tiene que estar fijo y estos no. Nomás lo empujan tantito y se van. Con el mismo peso del niño, no lo detuvo”, lamentó Ricardo Pacheco, padre del infante, en una entrevista con Univision 34.
Este incidente ocurrió el pasado 4 de septiembre en un edificio de apartamentos en la ciudad de Santa Ana, en el condado de Orange, en el sur de California. Ese día, el bebé estaba sentado en su cama, que habían colocado junto a la ventana de la habitación. Bastó un descuido para que ocurriera esta tragedia: su madre se paró al baño y su padre, quien tiene dos trabajos, dormía.
Los investigadores coinciden con la versión del padre: el menor empujó el frágil mosquitero, cayó y murió. Según esta familia, los apartamentos recién fueron renovados por los dueños del edificio. Las ventanas, en particular, fueron cambiadas este verano.
“Era un niño muy querido. No hay un minuto que no lo extrañe”, expresó con lágrimas Angélica Jiménez, la madre del bebé. Ella dijo a Univision 34 que su familia y los tres hijos que le sobreviven le han ayudado a pasar la experiencia más amarga de toda su vida.
“Es muy muy difícil, pero sé que tengo a mis hijos que me necesitan y por ellos trato de mantenerme bien”, agregó Jiménez entre sollozos.
En el lugar donde cayó el pequeño ahora hay flores, una cruz blanca, un rosario y una veladora con la imagen del Sagrado Corazón de Jesús. Un anuncio escrito a mano pide a los vecinos que no retiren nada por respecto a este menor “que está con Dios”.
Los Jiménez dicen que colocarán un altar en su apartamento este 1 de noviembre, cuando los niños fallecidos son recordados por sus familiares, según la tradición mexicana. Le pondrán la comida que más le gustaba, incluyendo dulces “y sus juguetitos, su favorito, el Cocomelon”, dijo su padre.
“Él comía prácticamente de todo”, respondió a los reporteros cuando le preguntaron sobre los alimentos que colocarán en el altar para honrar su memoria.
Para consolarlos, los agentes y detectives de la Policía de Santa Ana (SAPD) que atendieron este caso llevaron este miércoles cierta cantidad de dinero que colectaron. Fue una visita sorpresa.
“No estamos aquí nada más para vigilar el vecindario”, aclaró José González, comandante de ese departamento. “También nosotros sentimos el mismo dolor cuando alguien pierde la vida”.
