Kathleen Folbigg: la llamaron "la peor asesina en serie" por la muerte de sus 4 hijos y ahora fue liberada gracias a una hispana
Después de haber pasado 20 años en prisión por la muerte de sus cuatro hijos, una mujer fue indultada y liberada en Australia luego de que avances científicos en el área de la genética generaron dudas sobre la autoría de los crímenes.
Kathleen Folbigg, quien siempre mantuvo su inocencia, fue condenada en 2003 a 40 años de cárcel por las muertes de sus hijos Caleb y Patrick y sus hijas Sarah y Laura durante el transcurso de una década. La sentencia fue posteriormente reducida a 25 años después de una apelación. Pero ahora pudo volver a ser libre gracias a los esfuerzos de la científica Carola Vinuesa.
Las muertes de los hijos de Kathleen Folbigg
Folbigg, ahora de 53 años de edad, fue acusada de asesinar a tres de sus hijos y del homicidio involuntario del cuarto, ganando el odio de millones de personas y el calificativo de la "asesina en serie más peligrosa del Australia".
Cada uno de los niños murió repentinamente entre 1989 y 1999, con edades comprendidas entre los 19 días y los 19 meses. Los fiscales alegaron que Folbigg los había asfixiado.
Folbbig se casó en 1987 y dos años después tuvo su primer hijo, Caleb, quien murió semanas después. Su muerte fue atribuida en ese momento al síndrome de muerte súbita del lactante o SMSL.
Un segundo hijo, Patrick, murió el 13 de febrero de 1991. Su certificado de defunción indica que estaba ciego y ahogado debido a ataques de epilepsia.
En agosto de 1993 murió su tercera hija, Sarah, y una vez más el SMSL fue señalado como la causa del deceso. Finalmente, Laura, su cuarta hija, murió en marzo de 1999, pero en esta ocasión el médico que firmó el certificado de defunción registró la causa de la muerte como "indeterminada".
El diario de Kathleen Folbigg
A pesar de la falta de evidencia física de la supuesta asfixia mecánica de los niños, los fiscales acusaron a Folbigg de haber causado sus muertes, usando su diario como evidencia.
El diario, en el que la mujer describe su vida como "trágica", pero afirmaba que "cada día batallaba para ser mejor", fue entregado a la policía en 1999 por su hoy exesposo, Craig Folbigg, quien estaba convencido de la culpabilidad de su esposa.
En el diario, que formó la base del caso de la fiscalía, se puede leer cómo Folbigg se culpa por la muerte de los niños.
"La culpa por todos ellos me persigue". “¿Qué clase de madre he sido? Una madre terrible”, escribió Folbbig en su diario, donde además escribió después de las muertes de los menores algo que llamó la atención del jurado: " Soy la hija de mi padre".
En ese pasaje, Folbiig hacía referencia a un episodio que ocurrió cuando tenía 18 meses de edad, en el que su padre mató a puñaladas a su madre después de una discusión, lo que causó que fuera criada por extraños en un centro de cuidado infantil.
La ciencia crea "dudas razonables": el rol de la científica Carola Vinuesa
Desde su condena, las muertes de los pequeños han sido estudiadas hasta por 90 científicos de distintos países.
Sin embargo, en una apelación anterior y tras una investigación separada del caso en 2019, un de tres jueces desestimó su apelación y confirmó el veredicto del jurado al no haber encontrado motivos para crear una duda razonable.
Los fiscales señalaron que era prácticamente imposible que cuatro hijos murieran en una familia por causas naturales. “Nunca antes en la historia de la medicina nuestros expertos han podido encontrar un caso como este. Es absurdo", alegó en ese momento la acusación.
Sin embargo, los científicos que han investigado el caso firmaron una petición pidiendo su liberación inmediata argumentando que las muertes habían sido causadas por una mutación genética heredada por los niños.
Entre los firmantes de la misiva se encuentran dos premios Nobel, el presidente de la Academia Australiana de Ciencias, y reconocidos expertos de ocho países, cuatro de ellos de Estados Unidos.
"La señora Folbigg ha sufrido y sigue sufriendo trauma emocional y psicológico y abuso físico bajo custodia. Ha soportado la muerte de sus cuatro hijos y ha sido encarcelada injustamente porque el sistema de justicia le ha fallado”, indica la carta que fue enviada al gobernador de Nueva Gales del Sur.
En el estudio más reciente y determinante para la liberación de Folbigg, los expertos secuenciaron el genoma de la madre y lo compararon con los de sus hijos, descubriendo que todos tenían una rara mutación en un gen llamado CALM2 G114R.
Según el estudio, esta mutación puede causar muerte súbita en la infancia y la niñez.
Carola Vinuesa, la científica hispana que dirigió el equipo de investigación de la Universidad Nacional de Australia, dijo que una secuencia genética inusual fue inmediatamente aparente en el ADN de Folbigg, y que era muy probable que fuera la causa de las muertes de los niños.
Vinuesa dijo a la BBC que solo había 134 casos conocidos en todo el mundo de la enfermedad cardíaca potencialmente mortal relacionada con la mutación genética y describió la decisión de indultar a Folbigg como un "momento hermoso" que podría ofrecer esperanza a otras mujeres en situaciones similares.
Tras una nueva investigación legal, llevada a cabo por el juez retirado Tom Bathurst, el fiscal general de Nueva Gales del Sur, Michael Daley, aceptó que la investigación sobre mutaciones genéticas había cambiado su entendimiento sobre las muertes de los niños y itió que la investigación de Bathurst creaba dudas razonables sobre la culpabilidad de Folbigg.
Folbigg podría demandar al gobierno por varios millones
Tras la isión de la fiscalía, el gobernador de Nueva Gales del Sur firmó un indulto total y ordenó la liberación inmediata de Folbigg.
"Ha sido un calvario de 20 años para ella... Le deseo paz", dijo Daley, quien agregó que el indulto incondicional no anula las condenas de Folbigg y que tal anulación dependería del resultado de un proceso apelación.
Si Bathurst decide apelar las condenas y tiene éxito en el esfuerzo, Folbigg podría demandar al gobierno por millones de dólares en compensación.
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