Más de 100 niños bajo el cuidado de Texas han muerto desde 2020, muestra un reporte
Más de 100 niños han muerto en Texas desde 2020 mientras estaban bajo custodia del Departamento de Familia y Servicios de Protección del estado (DFPS), reporta un informe de esta dependencia que fue dado a conocer por el diario Texas Tribune.
Las cifras de lo que va de 2022 son equivalentes a casi la mitad del total de cada año anterior.
Tras una revisión de las causas de muerte entre los 104 niños fallecidos en esos tres años, en la mayoría de los casos, se debió a condiciones médicas preexistentes. La segunda razón de las muertes es el abuso físico que, aseguran, se da en dos instancias: antes de estar bajo la tutela del estado o tras escaparse de los centros en los que están recluidos.
Los datos también muestran que dos fallecieron por complicaciones tras enfermar de covid-19; tres en accidentes de carro, uno cada año; seis se suicidaron, dos en 2020 y cuatro en 2022; seis más murieron por ahogamiento, tres en 2020, dos en 2021 y uno en 2022; uno murió en 2020 por una sobredosis "accidental"; otro ese mismo año por disparo; y tres por causas no determinadas.
Texas tenía bajo su cuidado a 45,870 niños en 2021, refiere el reporte, que analiza que las muertes ocurridas representan 0.08% del total de la población que resguardan. Para 2020 fue de 0.09%, un número que se ve levemente por encima de los datos federales de ese año (0.06%).
Allí mismo citan una investigación del Hospital de Niños de Filadelfia y la Universidad de Pennsylvania que asegura que los niños en cuidado del estado tienen 42% más probabilidad de morir que los que están en la población general.
En las últimas semanas, el sistema de protección de menores de Texas ha sido criticado por un escándalo en uno de sus centros. Se conoció que en lo que va de 2022, niñas que habían sido víctimas de agresiones sexuales en su vida habían vuelto a sufrir abuso sexual, explotación, supervisión negligente, abuso físico y negligencia en el centro en que se encontraban en Bastrop y que funcionaba bajo contrato con DFPS.
Los hechos están en indagaciones, pero entre ellos destacan que un miembro del personal le dio drogas a dos de las niñas a cambio de que se tomaran fotos desnudas; que hallaron medicinas de prescripción que no estaban registradas en el libro de medicamentos; que quienes quedaban de guardia nocturna no supervisaban las operaciones porque se quedaban dormidos; que las cámaras del lugar estuvieron apagadas en una oportunidad durante minutos, lo que les impidió revertir a tiempo una reyerta en una de las habitaciones y una de las niñas intentó cortarse con una horquilla; que no se les permitía tener conversaciones privadas con sus abogados o representantes, pues eran escuchadas o grabadas —y luego escuchadas— por los empleados.
Y esa no era la primera vez que Texas enfrentaba señalamientos por abuso a menores en los albergues que tiene bajo su custodia. Decenas de instalaciones de este tipo han cerrado o sus licencias han sido removidas de las listas de DFPS por investigaciones.
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