Hombre confiesa que descuartizó a su pareja, intentó quemar sus restos y luego los tiró en una montaña
Un hombre confesó haber asesinado a su pareja durante una grabación de un video pornográfico para después descuartizarla, guardar sus restos en un congelador y luego deshacerse del cadáver en una zona montañosa.
Davide Fontana, un fotógrafo y actor pornográfico aficionado de 43 años, conoció a Carol Maltesi en octubre de 2020 a través de Instagram, donde le escribió para realizarle unas fotos en ropa interior. Al poco tiempo, aquel hombre de Milán, Italia, ya se había separado de su esposa y comenzó una relación abierta con Maltesi, explicó El Mundo.
Mientras ambos salían y al mismo tiempo veían a otras personas, comenzaron a grabar películas porno que después vendían en Onlyfans. Sin embargo, su relación duraría solo unos meses y cuando ella le dijo que tenía intención de trasladarse a otra ciudad para estar cerca de su pequeño hijo, él simplemente no lo pudo soportar.
El hombre confesó que, entre el 10 y 11 de enero del 2022, Maltesi, de 24 años, llegó hasta su departamento para grabar nuevos videos pornográficos que pretenderán vender en OnlyFans. Uno de ellos no es una escena violenta, pero al realizar otro video, la joven fue atada a una barra de pole dance con cinta adhesiva y una bolsa negra es puesta en su cabeza.
Fue entonces cuando Fontana comenzó a golpear con un martillo a Maltesi en todo su cuerpo, incluida la cabeza, donde propinó los impactos más fuertes y certeros. Al ver que estaba muerta, Fontana le cortó el cuello con un cuchillo de cocina.
Luego, con la firme intención de deshacerse del cadáver, Fontana compró “un hacha y una sierra para metales” y durante tres días descuartizó a la joven. Después limpió su departamento y adquirió un congelador en Amazon, donde metió durante varios días todas las partes del cuerpo destazado.
Decidido a eliminar todo rastro del asesinato, Fontana intentó quemar los restos destazados con alcohol y fuego en una aldea lejana en el municipio de Varese. Al ver que no podía hacerlo, cambió de idea y se dirigió rumbo a las montañas de Borno, un lugar que solía visitar mucho durante su infancia.
Allí, metió los restos en una bolsa negra de basura, no sin antes intentar cortar todos los pedazos de piel con tatuajes que pudieran identificar a la mujer, y los tiró en un acantilado.
Ya sin los restos de Maltesi cerca, Fontana decidió conservar el teléfono móvil de la joven durante poco más de dos meses, tiempo en el que respondió los mensajes de familiares y amigos cercanos, a los que les decía que “quería cambiar de vida y dejar el mundo del porno”, en un intento de hacer ver que ella seguía con vida.
Todo terminó el pasado 26 de marzo, cuando las autoridades hallaron las bolsas negras con los restos, tras haber recibido un reporte sobre que algo raro había pasado con Maltesi. Por eso, cuando Fontana se dio cuenta que todo su plan se desmoronaba, él mismo confesó lo que realmente había ocurrido.
Fontana decidió no torturarse más y, ante la jueza de instrucción de Brescia, Angela Corvi, contó la verdad, mientras las autoridades comenzaron a armar el rompecabezas del caso con las piezas que faltaban, informó Corriere Della Sera
"Cuento todo esto porque quería quitarme este lastre y decir la verdad. Cuando volví a casa (tras deshacerse de los restos) mi intención era suicidarme”, le dice Fontana a la jueza.
Corvi precisó que la intención que Maltesi le contó sobre mudarse para estar con su hijo, le provocó “un shock” a Fontona y, al aceptar que “no podía vivir sin ella”, decidió asesinarla “para evitar que siguiera su destino y sus planes lejos de él”.
La jueza Corvi indicó que la gravedad de lo ocurrido denotaba “una ferocidad indomable y una peligrosidad extrema, además de una falta total de compasión humana”.
Davide Fontana se encuentra detenido acusado de homicidio voluntario agravado, a la espera de que un juicio determine su situación legal.